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La modalidad de impartir el conocimiento hoy en día ha tenido grandes retos para los docentes, alumnos y para los padres de familia. 

Las diferentes modalidades de impartir clase – algunas escuelas presenciales, otras híbridas y otras remotas- han puesto a prueba nuestra salud mental y física. Estos meses de pandemia nos ha dado la oportunidad de aprender mucho y corroborar lo resilientes que somos los educadores. Para muestra, te comparto 14 ejemplos de lo que ahora ya sabemos.

  1. En caso de cierre de escuelas, ya sabemos qué es la enseñanza remota, asíncrona y en tiempo real; podemos cambiar de una a otra sin tanto estrés.
  2. Sabemos y conocemos herramientas que funcionan para las diferentes actividades que realizamos y las utilizamos de manera colaborativa y creativa y no solo como substitución. Por ejemplo  Jamboard vs pizarrón blanco
  3. Los educadores tenemos mejor conocimiento de lo que es enseñar de manera asíncrona, utilizando Hyperdocs en lugar de PFDs, que se pedían imprimir. Esto dio pie a que los padres de familia también aprendieran a usar algunas herramientas digitales y soluciones como Google Read & Write o Kami.
  4. Aprendimos a ir más despacio y dividimos el contenido en segmentos digeribles permitiendo que los alumnos no se pierdan en la información que compartimos. Estamos conscientes que algunos alumnos pueden no tener conexión a internet en casa o la comparten con otros miembros de su familia. Para algunos niños pequeños el único apoyo que tienen en casa  puede ser un hermano mayor que muy probablemente también esté tomando clases y no pueda ayudarlo de inmediato.
  5. Establecemos rutinas y se las compartimos a nuestros alumnos en Google Classroom usando plantillas para Presentaciones de Google para que puedan referirse a la agenda del día o de la semana, ofreciendo estructura para los alumnos que la necesitan. 
  6. Entendemos las características de nuestros alumnos y que nuestros grupos pueden tener diferentes necesidades. Algo que les funciona a algunos docentes para no abrumar a los alumnos, es poner el contenido enumerando y dosificado en Classroom para que aparezca en “Novedades”- subiendo el material y tareas por partes y no solamente un gran proyecto grande que se entregue dos semanas después.
  7. Nos aseguramos que los alumnos entreguen los trabajos con recordatorios y nos aseguramos que los alumnos conozcan las pestañas de Tarea asignada, entregada y completado en Google Classroom y que entreguen los archivos añadiéndolos y pulsando el botón entregar.
  8. Les damos tiempo a los alumnos para socializar en pequeños grupos y ambientes controlados. Algunas de las actividades la pueden realizar en grupos con amigos y permitiéndoles conversar. Para trabajo en grupo utilizamos la función de sesiones separadas en Google Meet
  9. Al utilizar una herramienta que no usamos con frecuencia, hacemos un repaso de las funciones de la misma.  No damos por sentado que todos los alumnos conocen o dominan todas las herramientas y sus funciones. 
  10. En el transcurso de nuestras clases, verificamos en varias ocasiones que todos los alumnos estén atentos y que no tengan problemas con sus dispositivos o conexión de internet o que puedan necesitar más tiempo para realizar las actividades.
  11. Implantamos horarios de oficina que compartimos con nuestros alumnos para que puedan hacer preguntas o clarificar dudas. Algunos profesores se quedan conectados algunos minutos después de terminada la clase o cuando están calificando/planeado y así les dan oportunidad a los alumnos de aclarar sus dudas.
  12. Les enseñamos a nuestros alumnos a usar los subtítulos en Meet para reforzar habilidades lectoras o por si algún alumno no le sirviera el sonido en su dispositivo.
  13. Durante las clases, dejamos momentos de silencio para permitir a nuestros alumnos descansar… ¡y nosotros también!
  14. Nos facilitamos la vida con un monitor, el cual nos permite tener mejor organización visual de las ventanas que debemos tener abiertas durante la clase.

No cabe duda que estos meses de  pandemia nos ha confirmado que los educadores somos fuertes, flexibles y resilientes. Aunque existen otros elementos que nos preocupan, como la brecha digital entre alumnos o la duración del virus y sus consecuencias, estamos orgullosos de lo aprendido y el cariño que le tenemos a nuestros alumnos y profesión. ¡Felicidades, educadores! 

¡Felicidades, educadores!


Espero que esta información te sea de utilidad. En nivelA apoyamos a las instituciones educativas en su proceso por lograr la integración de tecnología en sus procesos de enseñanza. Si deseas coordinar una reunión con nuestro equipo, puedes agendar una reunión en https://nive.la/agenda-reunion/ 

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2 Comments

  • Ana dice:

    Muy cierto! Los educadores nos convertimos en alumnos de tiempo completo para apoyar mejor a nuestros estudiantes.
    Estas nuevas modalidades aunque difíciles para la mayoría, han fortalecido el conocimiento de los maestros «sin querer queriendo».

    • Alejandro Serkovic dice:

      Así es Ana, el ingreso de la tecnología en el aula ha sido acelerado por la coyuntura pero era algo inevitable que finalmente nos ayuda a evolucionar como maestros.

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