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Cuántos de nosotros, siendo docentes, buscamos ese objetivo enmarcado en que, al finalizar un trabajo que hemos propuesto de manera grupal, y durante el desarrollo del mismo, podamos lograr ver una adecuada cohesión, interdependencia positiva y una asunción de responsabilidades personales dentro del grupo de participantes. Un verdadero trabajo cooperativo. Todos, ¿cierto?

Hoy quiero mencionarles algunos criterios básicos que debemos contemplar cuando deseamos trabajar de manera cooperativa e incentivar este tipo de método pedagógico de aprendizaje basado en diferentes habilidades que la educación de hoy exige de cara a los modelos de trabajo actuales dentro de una moderna sociedad que no descansa y que se encuentra en constante cambio.

Antes que nada, tómate un tiempo y conoce a tu grupo

En este punto es importante que des un alto y utilices toda tu capacidad de observación y criterio para identificar cuáles son aquellos estudiantes que tienen liderazgos naturales. También, trata de identificar qué estudiantes tienen cierta dificultad para relacionarse, comunicar sus ideas y expresarse. 

Recuerda, una situación que se puede evitar y que puede resultar un tanto contraproducente, sería aquella donde entras directamente a proponer un trabajo cooperativo cuando aún no se tiene certeza de cuál es el nivel y las habilidades que poseen tus estudiantes para trabajar en este modelo de aprendizaje basado en la colaboración y cooperación.

Diseña los grupos

Esto implica, en primera instancia, una definición de tu parte acerca de la cantidad de estudiantes que conformarán los grupos de trabajo o estudio. Según el INTEF, una cantidad adecuada sería trabajar con grupos de cuatro estudiantes. ¿Por qué? Porque trabajar en equipo no implica que todo el tiempo se requiera el estar juntos, pues al organizar grupos de cuatro estudiantes se abre la posibilidad de trabajar en pares, permitiendo así, además, que en algún momento y según la secuencia didáctica que tú estés estableciendo, estos grupos puedan dividirse en microgrupos o de manera individual puedan realizar tareas para luego volver a reintegrar el grupo general.

Independientemente de este aspecto, procura siempre asegurarte de asignar roles claros para cada uno de los integrantes del grupo. Algo que sugiero constantemente es organizar el trabajo con cuatro roles base. 

Ten en cuenta los roles en el trabajo grupal

El primer rol es el del coordinador. Este puede ser un estudiante que estará a cargo de organizar y distribuir las tareas dentro del grupo. Normalmente, este rol es asignado a aquel estudiante que ha evidenciado tener capacidades de liderazgo, y además, una muy buena comunicación con los integrantes del grupo.

El segundo rol es el del supervisor. Este se convierte en la mano derecha del coordinador, siendo el responsable de poder determinar y asegurarse de que las tareas asignadas se cumplan tanto en calidad como en tiempo. También, es importante que esta persona tenga habilidades comunicativas.

El tercer rol es el de logística. Un rol que debe ser asignado a aquel estudiante que tiene una capacidad de comunicación bastante alta y cierta inquietud, ya que él se encargará de proveer y distribuir al grupo, de tal forma que adquieran los materiales y los recursos suficientes para trabajar, sumado a la gestión que realiza para obtener los espacios de trabajo que se requieren para el desarrollo del proyecto en sí.

El cuarto y último rol es el de comunicador. Este estudiante tiene la responsabilidad de ser el portavoz del grupo, ya sea con los demás compañeros o con la docente. En mi caso, normalmente tiendo a darle este rol a aquel estudiante que presenta mayores dificultades para comunicarse, pues esto le permite y exige una necesidad de expresarse, así los demás miembros del grupo deberán apoyarlo.

Roles cooperativos para promover la autorregulación en la clase.

Distribuye a los estudiantes dentro del aula

La imagen que se observa corresponde al MOOC de aprendizaje cooperativo del INTEF. Allí se puede observar cómo la distribución de las carpetas o puestos de estudio, permite que cada uno de los estudiantes, sin importar dónde esté ubicado, tendrá la flexibilidad y posibilidad de ver o apreciar el discurso del docente. 

Organiza tu aula para mantener contacto visual

Esto es muy importante, porque cuando trabajamos de manera cooperativa nuestro rol como docente implicará mucho movimiento. Así que desde el lugar que estemos ubicados como maestros o con el grupo que estemos asistiendo podremos observar el desarrollo constante de su trabajo. Los estudiantes, de esa misma forma podrán ubicarnos de una manera bastante sencilla.

Visualiza constantemente el trabajo de tus grupos

Algo que les recomiendo y que será de mucha ayuda es que siempre traten de tener a la vista el trabajo que están realizando los integrantes del grupo. Esto se da con dos finalidades; la primera, que todos puedan saber el cómo va el trabajo, en qué están y cuáles son los acuerdos, los procesos o la retroalimentación que se les va dando a los estudiantes; y la segunda, para que tú, que vas a estar en el rol de ir moviéndote entre los demás grupos, puedas inmediatamente saber, al llegar a un grupo, en qué va el trabajo, qué han avanzado, qué necesitan o cuáles están siendo los acuerdos.

Esto te ayudará a ganar muchísimo tiempo dentro del aula y facilitará la organización dentro de los grupos. 


Espero que esta información te sea de gran utilidad dentro de los procesos de enseñanza y aprendizaje que demandan las actividades de trabajo cooperativo y colaborativo. Recuerda que pronto estaremos compartiendo otras estrategias para lograr un mejor desempeño en cada nueva tarea o proyecto que quieras emprender en tus clases. 

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Milagros Ormachea

Milagros Ormachea

Gerente General en elevA Perú & Senior Coach Nivel A. Google Certified Educator. Google Innovator. Google Trainer. Bióloga con Maestría en Mejoramiento Genético de Plantas y Maestría en Tecnología Educativa por el TEC de Monterrey.

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