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Con frecuencia pensamos en transformar la educación y revolucionar el proceso de aprendizaje por medio de estrategias innovadoras al integrar la tecnología. Cómo no hacerlo, somos profesionales empoderados, y sin llegar a veces a saberlo, hacemos nuestro trabajo alineados a una serie de estándares para el aprendizaje usando herramientas digitales. 

Sí, como se escucha, practicamos constantemente el estándar de Aprendiz de ISTE para docentes, el cual indica: Aprendices que mejoran continuamente sus prácticas, aprendiendo de y con otros y la exploración de prácticas probadas y prometedoras que aprovechan las TIC para mejorar el aprendizaje de sus estudiantes. ¿Te identificas con este enunciado? Estoy seguro que sí. 

Cuando pienso en esto, me gusta resaltar un indicador en especial, el 1a:  Establecer metas de aprendizaje profesional para explorar y aplicar enfoques pedagógicos que son posibles gracias a las TIC y reflexionar sobre su efectividad. Un objetivo que como educadores se presenta día a día en cada proceso que se implementa en el aula, sea mediado por la tecnología directamente o desde la colaboración en diversos proyectos.

También, se debe tener en cuenta un aspecto, la proporción de las metas ha de estar enfocada desde la realidad, ya que el establecer metas demasiado altas, a veces puede tener consecuencias no deseadas al truncar nuestro crecimiento personal, el de nuestros compañeros y el de la exposición positiva de la integración de los procesos mediados por la tecnología educativa en nuestras escuelas.

¿Resulta contradictorio? En mi experiencia como formador docente he tenido el privilegio de trabajar con profesores de diversos países y continentes en capacitaciones de integración de tecnología. Estas formaciones cubren estándares ISTE, herramientas tecnológicas, modelo SAMR, entre otros; están basadas en proyectos que los docentes llevan al aula y evalúan. 

El modelo SAMR, una taxonomía de Bloom para integración de tecnología.

Para ampliar un poco, debo exponer brevemente el significado del modelo SAMR, el cual se enmarca dentro de un estilo similar al de la taxonomía de Bloom. Sus siglas moldean cada paso del proceso, así, la “S” expone la Sustitución, la “A”, la Ampliación, la letra “M”, una Modificación, y por último, la “R”, que conlleva la Redefinición. Acá te explico un poco más el modelo, teniendo gran relevancia en el proceso de mejora y transformación de las actividades que anteriormente realizábamos y que con la adquisición de tecnología podemos ir cambiando.

Por lo general, es común escuchar y conocer diferentes perspectivas de parte de los maestros al conocer el modelo SAMR, y expresar frases como, “Creo que estoy redefiniendo la tarea porque estoy integrando muchas apps y herramientas tecnológicas”, o “Creo que esto te va a impresionar a ti, a mis colegas, y a mis estudiantes”. Reconociendo estas palabras, puedo reflexionar sobre el rol que el modelo SAMR, y en general la adquisición de tecnología en nuestras carreras profesionales pueden llegar a tener si no se ubica la mirada pedagógica adecuada.

Estos comentarios, ideas, visiones, demuestran que en ocasiones los docentes consideran que una de las maneras de destacarse es únicamente “Redefiniendo”. Sustituir, Ampliar o Modificar pasan a ser sinónimos de inexperto, de alguien que maneja con poca propiedad sus nuevas actividades mediadas por la tecnología. 

Para estos casos tengo una sugerencia que siempre comparto con ellos: “Tómalo con calma”. 

Es importante que apuntemos alto, que busquemos desarrollar las habilidades del Siglo XXI y el dominio de Estándares ISTE de nuestros estudiantes por medio de secuencias didácticas innovadoras. Este cambio no es posible lograrlo de la noche a la mañana, es un proceso. Por eso debemos tomarlo con calma y ser prácticos. Olvidémonos de crear la secuencia didáctica que transformará la educación, confiemos en lo que ya hemos hecho. Mejor, trabajemos con una secuencia didáctica tradicional con la que tuvimos éxito en el pasado. 

¿Qué podemos entonces “Sustituir” de esta secuencia didáctica tradicional al utilizar una app? ¿Habrá oportunidad de incluir las habilidades del Siglo XXI o estándares ISTE usando aspectos tradicionales? 

Por supuesto que sí. Con el trabajo dedicado, paso a paso, con tiempo y tomando cada parte dentro del modelo SAMR, es posible que “Ampliemos” o “Modifiquemos” aquella actividad tradicional con la que ya nos sentimos cómodos, pero que irá alcanzando un nuevo valor dentro de una modernidad y vanguardia educativa que, claro está, busca el aprendizaje continuo de nuestros alumnos.

Ahora bien, retomando el indicador 1a de ISTE para docentes, se hace muy importante la adquisición de metas a corto plazo, las cuales, con tiempo y dedicación, llevarán siempre al camino de la innovación en cada práctica docente, sin dejar a un lado los objetivos curriculares de cada asignatura.

Estas pequeñas metas tienen una gran ventaja, actúan a favor del desgaste, permiten tomar aire, pensar con claridad y orden. Resulta muy emocionante crear una actividad innovadora que inspire a nuestros estudiantes y colegas, pero, ¿cuánto esfuerzo de nuestra parte se requiere? Mucho, aún más cuando apenas estamos comenzando. De allí que surja otra reflexión, ¿nos quedará energía para repetirlo? Cuando lo tomamos con calma evitamos el agotamiento, y las probabilidades de lanzarnos a repetir el proceso y mejorarlo se incrementan.

Benjamin Franklin dijo alguna vez: Un camino de mil millas comienza con un paso. Y cada paso que ustedes den servirá para invitar a sus colegas a replicar los cambios sencillos que llevan a la verdadera transformación y redefinición. 

Los invito a compartir estos pequeños cambios en sus redes de aprendizaje, de esta forma podrán seguir la senda del uso de los indicadores ISTE para la comunidad educativa. Continúen, con calma, descubriendo sus intereses profesionales, creando y participando activamente en redes de aprendizaje locales y globales. Busquen retroalimentación constante de sus pares para apreciar el impacto que la tecnología va tomando en sus actividades, además, servirá de apoyo constante para ir tomando vuelo en el modelo SAMR.

Para concluir, y después de tener este tipo de experiencias educativas de formación tanto a ustedes, como maestros y actores activos de la nueva educación, y estudiantes, les recuerdo que es de vital importancia adquirir metas y objetivos, pero siempre tomándolo con calma. Si son constantes en poco tiempo transformarán el aprendizaje.

Federico Centeno

Federico Centeno

Gerente General / Senior Coach elevA - Colombia. Google Innovator. Google Trainer. Especialista en Gestión del Cambio, e Integración Tecnológica en Educación.

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