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Estemos donde estemos, no podemos negar que la diversidad cultural se ha convertido en un componente importante dentro del mundo educativo. Ya sea Estados Unidos, Latinoamérica o Europa, en cada ciclo escolar es más normal encontrar un grupo de estudiantes y de docentes de diversas procedencias y culturas. Esto, lejos de ser un impedimento, es un gran detonante y catalizador de aprendizaje. 

Por otro lado, los centros educativos en general, están tomando con mayor seriedad los programas bilingües y biculturales con gran acierto. La currícula de los alumnos se compone cada vez con más fuerza de materias de contenido en otros idiomas, además de proveer experiencias que traspasan las fronteras de la propia cultura para fomentar una sana curiosidad y apreciación por la cultura que se está estudiando. 

Vale la pena hacer unas pequeñas distinciones:

ESL, BILINGUAL y BICULTURAL 


En un programa de ESL (English as a Second Language), los estudiantes en su totalidad hablan diferentes idiomas que no corresponden al país donde se encuentran. Por ejemplo, un salón de clases en Estados Unidos que está compuesto por ecuatorianos, colombianos, chinos, vietnamitas y filipinos. Todos estos estudiantes tienen la intención de aprender inglés, y este es su segundo lenguaje. 

El docente habla solamente inglés a los estudiantes y su comunicación con ellos se dirige a que ellos puedan, poco a poco, tener fluidez en sus habilidades de lecto-comprensión, escritura y expresión oral. 

Por otro lado, en un Programa Bilingüe, los estudiantes hablan el mismo idioma nativo pero son versados en el idioma inglés. Todos los esfuerzos bajo esta modalidad, se dirigen a reforzar las habilidades en inglés, además de impartir gran parte de los contenidos en ese idioma. Los alumnos cursan Biología, Matemáticas o Ética en inglés, pero también cursan otras materias en español. 

El enfoque no está en el aprendizaje del idioma inglés, pues este ya se dio en fases previas, sino que se centra en reforzar y ampliar la práctica y uso del inglés para crecer en fluidez y expertise en el idioma. 

Finalmente, el Programa Bicultural va un paso más lejos que el bilingüe. Se concentra en generar espacios y experiencias en las cuales los alumnos, junto con los docentes, puedan traspasar las fronteras de la diversidad cultural. 

No solo se trabajan las habilidades propias del aprendizaje del idioma o su práctica, sino que se concentra en exponer a los alumnos a los valores de una sociedad. A moverse en distintas situaciones, aprendiendo los modismos y las costumbres. En este tipo de programas, se lleva casi la carga académica completa en el idioma extranero y se propician viajes culturales, intercambios estudiantiles y docentes, así como concursos, torneos y olimpiadas a nivel internacional. 

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Gracias al fenómeno de la globalización imparable en casi todos los ámbitos de la cultura, política, arte y espectáculo, el conocimiento de dos idiomas, no solo de forma académica, sino de manera práctica y cotidianidad, fortalece las habilidades cognitivas. Además, está demostrado que los estudiantes versados en dos idiomas pueden usar las habilidades de análisis aprendidas en un contexto o realidad cultural, en otra completamente distinta, proveyendo a la experiencia una perspectiva más amplia y compleja. 

Recuerden que desde nivelA, ofrecemos diversos recursos que pueden apoyar estos procesos de enseñanza y aprendizaje de diversos idiomas, teniendo en cuenta el desarrollo de habilidades de lectura, escritura, expresión oral, entre otros aspectos que delimitan la adquisición de los lenguajes. 

Algunas herramientas útiles para incentivar un proceso de bilingüismo son:

👉 BrainPop

👉 TextHelp

👉 EdPuzzle

👉 Class In The Box

Diana Vigil

Diana Vigil

Redactora nivelA

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